viernes, 27 de marzo de 2015

HATUEY ARTÍFICE DE LA UNIFICACIÓN DE LA OPOSICIÓN‏


https://blu172.mail.live.com/ol/clear.gifhttps://blu172.mail.live.com/ol/clear.gifhttps://blu172.mail.live.com/ol/clear.gifhttps://blu172.mail.live.com/ol/clear.gif
Por Jaime Fernández Lazala

Hatuey como artífice de la unificación de la oposición para frenar el continuismo morado, aplica una técnica o método de construcción de conceptos, el cual ayuda a concretar el trabajo de concepción de ideas con el alumbramiento del conocimiento, cuya meta es la verdad fundada en la razón. Se le denomina “Mayéutica”, pero en lenguaje filosófico se traduce como el arte de alumbrar espíritus.
Hatuey lleva a cabo tres funciones fundamentales: despierta y apacigua las ambiciones del continuismo morado, conduce bien los procedimientos difíciles de la unificación, y de seguro que va a provocar el cambio de  partido.
El proceso es lento y espinoso, debido a la intervención del PLD en las ambiciones de los dirigentes opositores y  a las profundas y crueles fisuras y ambiciones personales  de los dirigentes emvueltos pero seguro que va desencadenar la iluminación.
Hatuey en estos momentos puede ser llamado como el antimaestro, debido a que él  está enseñando y unificando  en base a lo que los demás líderes del patio saben, la mayéutica es el punto en el que el mismo lider descubre la verdad por sí solo; la unificación es una realidad que prácticamente Hatuey ayuda a convertirse en una realidad.
Los puntos claves de estos encuentros con los líderes opositores han sido la franqueza, la cual presenta una serie de preguntas al dirigente para confundirlo, hacerlo caer en la contradicción y hacerlo reconocer su incapacidad de unión.
Después de aceptada su ignorancia, Hatuey hace descubrir al Líder las verdades que llevan en sí sus respuestas, para invitarlo a pensar racionalmente y que genere los conceptos universales propios de la filosofía.
En síntesis, Hatuey sabe interrogar, y a cada respuesta contraponerle una nueva pregunta tan fría y cruel que se pierda cualquier sentimiento de desunión.
Sin embargo, Hatuey reconoce que puede existir un fracaso o un éxito de este proceso de unificación, esto se pueden definir de esta manera: 
Hatuey al visitar los líderes causantes del problema, ha observado que estos  en parte se estan empoderando de esa realidad y por tanto se estan dando cuenta de sus preconceptos, prejuicios y experiencias, por lo que ha definido como un éxito su gestión.
Como Hatuey ha advertido que los líderes causantes del problema, no  se han rehusado a verter conocimientos y no se ha visto en la necesidad de aportarlos él mismo cuando está tratando de que los causantes  descubran por sí solos la verdad, esta gestión no puede considerarse como un fracaso.
La frase “solo sé que no sé nada” únicamente tiene sentido en este contexto: Hatuey, se presenta como ignorante con respecto al tema de reflexión de la unificación de la oposición, porque su función no es la de hallar él mismo la verdad sino la de contribuir a que  los causantes del problema  encuentren la solución que es la unificación.
En estos momentos difíciles que vive la República Dominicana, Hatuey De Camps, aplica la mayéutica con el propósito de que nuestra Nación alumbre salidas favorables para los dominicanos.

Santo Domingo, R.D.
Viernes 27 de marzo del 201


domingo, 8 de marzo de 2015

LA OPOSICIÓN EXISTE

















¿ENTONCES, HAY O NO OPOSICIÓN?








La oposición, no solo determinados partidos políticos, sino también la sociedad civil y el empresariado demostraron que la unidad hace la fuerza....
Pagina Extra 8-3-205
Por: Talyam Vasquez, abogada y politóloga
Les comparto el articulo de Talyam Vásquez titulado ¿ENTONCES, HAY O NO OPOSICIÓN?  publicado el día 8 de marzo de 2015, por el diario digital Pagina Extra, en el que considera que en el país existe una verdadera oposición política encarnada por los partidos políticos, el empresariado y la sociedad civil, que cuando se unifica y juega su papel es efectiva.

¿ENTONCES, HAY O NO OPOSICIÓN? 
Creo que no hay politólogo que no haya alzado su voz y su pluma en esta última década a favor de una ley de partidos, que fiscalice y garantice los derechos y deberes de los actores del sistema, y que se hiciera en el tiempo hábil para su efectiva puesta en vigencia, no a un año y seis meses de unas elecciones tan complejas como son las del 2016, alegando para colmo de males, que no es una ley perfecta, pero es un inicio.
La oposición, no solo determinados partidos políticos, sino también la sociedad civil y el empresariado demostraron que la unidad hace la fuerza; en hora buena, consensuaron las ideas y las difundieron llegando inclusive a los oídos de esos que se resistían a escuchar, y es que hay que reconocer que aquí sí tenemos oposición, lo que pasa es que no siempre juegan el papel que le corresponde. Eso es lo que necesitan los gobiernos para avanzar, críticas sustentadas en realidades, para lograr cambios