Por: Jaime Fernandez Lazala
El Ministerio de Industria y Comercio, haciendo caso omiso de las grandes bajas de los combustibles, sigue sin impartir la orden correspondiente al organismo bajo su dependencia encargada de valorar los combustibles semanalmente, manteniéndolos por encima de los niveles establecidos por la ley, lo que lo hace pasible de ser interpelado por el Congreso Nacional.
El gran agiotísmo de los comerciantes y los ministros de Estado y su publicidad engañosa con los precios, que alteran el alto costo de la vida, van a provocar grandes protestas que se traducirán en una fuerte ingobernabilidad.
En mi condición de Director Ejecutivo de Fundapyme deploro la política del Presidente de la República de hacerse el indiferente y resaltar con su presencia en actos públicos y pergaminos de reconocimiento a comerciantes que se han dedicado a la concertación entre carteles para propiciar el agiotísmo, imponiendo precios en perjuicio de la población.
Estos comerciantes reconocidos y premiados se han dedicado al oligopolio y el monopolio de los productos de primera necesidad, y a pesar de las bajas significativas en las materias primas, insumos y los combustibles, siguen subiendo los precios, para obtener mayores beneficios.
La situación de descontrol ha llegado al hecho de que estos comerciantes, además, cobran el impuesto de transferencia de bienes industrializados y, para pagarlos, los negocian con la Dirección General de Impuestos Internos, obteniendo además ganancias del impuesto que le corresponde al Estado Dominicano.